El amor que debemos demostrar a favor de nuestras esposas está en directa proporción al amor que nos tenemos nosotros mismos; no engreimiento ruidoso, sino un profundo y tranquilo sentido de valía propia.
Adoración
La Santidad es Parte del Proceso
Y nosotros como hijos de Dios, debemos cambiar ser separados y diferentes . . . Debemos vivir vidas de integridad ética y excelencia moral. Si eso fuera imposible para nosotros, Dios nunca nos lo hubiera exigido. Pero lo exige.
Una Corriente Continua de Amor
Es tan fácil amar a algunos que uno simplemente en forma natural cae en sus brazos. Pero a otros es difícil amar, y uno tiene que trabajar extra para lograrlo . . . Algunos son lo opuesto de los imanes: repelen. Y sin embargo necesitan nuestro amor, tal vez más que otros.
Perseverancia es el Secreto
Hay una carrera larga, exigente que hay que correr, la mayoría de la cual tiene lugar en las trincheras y sin aplauso. Sugiero que rebajemos nuestras expectativas al intensificar nuestra determinación y dirigirnos a la meta.
Ponga su Enfoque Totalmente en Dios
Cuando hemos esperado lo suficiente en el Señor, tenemos control completo de nuestro espíritu. En tales momentos somos como un guante, y la mano de Dios nos mueve a dondequiera que Él desea.
Dios No hace Cosas Estándares
Cuando Dios interviene, su obra es como la diferencia entre un rascacielos y una estrella.
Promueva la Paz
Pocas cosas son más semejantes a Dios que la paz. Cuando la promovemos, la procuramos, la modelamos, estamos ligados directamente a Él.
Manos Abiertas, Corazones Abiertos
«Me someto a ti. Estoy esforzándome duro por oír lo que estás diciendo. Total, y completamente admito mi dependencia. Acudo a ti buscando respuestas. Y espero».
Nuestro Pastor Dirige el Camino
Dios sabe que la única manera en que podemos alcanzar los lugares más altos de la experiencia y madurez cristiana no es el patio de recreo de la prosperidad sino en el aula del sufrimiento.
Padre de Misericordias
Hay alguien, sin embargo, que sabe plenamente lo que se agazapa en nuestros corazones. Y sabiéndolo, nunca se ríe burlonamente ni se esfuma. Él nunca se encoge de hombros ni se aleja. Más bien, Él entiende por completo, y se queda cerca . . .
Él es el «Padre de misericordias y Dios de toda consolación».