El renunciar a lo personal no nos llega de manera natural. Es una virtud que se aprende (muchas veces de manera dura), estimulada por unos pocos y modelada por un número menor aún.
Aliento y Consuelo
Sin pelos en la lengua
Aprenda una lección permanente de Elías. Manténgase firme en la verdad y cuídese del enemigo. El enemigo no solo juega sucio, sino que también juega para quedarse con todo, y él está jugando por su alma.
Valentía invariable
La valentía de los hombres y las mujeres del Señor se demuestra por su disposición a enfrentar condiciones desagradables, incluso circunstancias amenazantes, con una calma admirable.
Dos solemnes recordatorios
Si usted es un hijo de Dios, Él no le echará de su familia. Pero si se niega tercamente a obedecerlo, andando en sus propios caminos, su disciplina será muy dura para con usted. Él le ama demasiado como para no tener en cuenta sus acciones.
Levantemos la mirada
Estamos llamados a ser parte de la vida de otros porque, de lo contrario, nos replegamos y nos concentramos en nosotros mismos, pensando en lo difícil que es nuestra situación o en qué injustos son los demás.
Sal de allí
La fatiga puede llevar a toda clase de pensamientos raros, haciéndonos creer una mentira. Elías estaba creyendo una mentira, en parte porque estaba agotado. Por eso, Dios le dio descanso y renovación, y Elías caminó después durante 40 días y 40 noches por las fuerzas que eso le proporcionó.
Cuando la depresión ataca
Le abrimos la puerta a esa patética mentira, a esa autocompasión cuando nos fijamos una norma no realista y luego no podemos estar a la altura de ella.
Depresión
Muchas veces nos agarramos más de los regalos que Dios nos da, que del Dador mismo. Cuando el Señor nos da descanso y nos renueva, nos sentimos más agradecidos por el descanso y por la renovación que por el Dios que nos da ese descanso. Cuando Dios nos da un buen amigo, nos absorbe esa amistad y nos ocupamos tanto del amigo que nos olvidamos que fue nuestro buen Dios quien nos Dios el amigo.
La grandes ligas
¿No es maravilloso saber que adoramos al mismo Dios que Elías adoraba? ¿No es emocionante pensar que podemos confiar en el mismo Dios en quien él confiaba? ¿Qué clase de Dios es ese? Es el Dios que hace promesas y las cumple.
Viviendo a la expectativa
¿Vive usted a la expectativa? ¿Le emocionan las cosas pequeñas? ¿Imagina lo improbable y espera lo imposible? La vida está llena y rebosante de oportunidades para ver la mano de Dios en las cosas pequeñas. Pero solo los más sensibles de sus siervos las ve, sonríen y están a la expectativa.