Y cuando alguien le recuerde de su pasado, con valor diga a esa persona: «Ya no soy la misma persona. Soy una nueva persona gracias a Aquel que murió por mí y me dio un nuevo nombre: hija del Mesías».
Aliento y Consuelo
Miriam: Superar un espíritu orgulloso
Debemos tener cuidado con este pecado sutil de pensar que somos mejores de lo que realmente somos. Si no tenemos cuidado, pronto podemos encontrarnos en la misma posición que Miriam, tentados a faltar el respeto a nuestros líderes o pensar que sabemos más que Dios.
La Esposa de Lot: Tomar en serio a Dios
Esta es nuestra advertencia: si, por la gracia de Dios, usted decide dejar un estilo de vida malo, no mire atrás. Solo obstaculizará el proceso de recuperación. Hay algo desastroso que ocurre dentro de nosotros cuando recordamos el placer del pecado que antes nos arruinaba. Esa mirada atrás nos debilita.
Sara: Aprender a reír ante los imposibles de la vida
Todos nos enfrentamos a situaciones imposibles en la vida desde una perspectiva humana. Pero el Dios que adoramos es el Dios de los imposibles.
Agar: Encontrarse con Dios a la fuga
En tiempos de desesperación inevitables, el Señor quiere que Sus hijos regresen a Él y no que «huyan a Egipto». Al esperar en el Señor, nos aferramos a Su promesa de que Él espera con nosotros y proveerá, ya que Dios oye nuestras oraciones y Dios ve nuestras necesidades.
Amor verdadero: una conversación junto a un pozo
A todas las mujeres que están en una incesante búsqueda de amor; que tal vez han comprometido sus valores o se han conformado con menos: ¿Se pregunta usted si alguien en realidad podría amarla?
Eva: Vivir con las Consecuencias
Era necesario un plan que solo Dios podía poner en marcha para redimir la relación de Eva y restaurar esta escena hermosa, pero trágica.
Época de guerra
El Salmo 149 además de ser un llamado a alabar a Dios en épocas de bendición y ser un estímulo para alabarle en tiempos de sufrimiento, también es un llamado a la guerra.
En época de sufrimiento
Esta canción de celebración, el Salmo 149, es un llamado para que el pueblo de Dios le alabe sin importar las circunstancias. Esto incluye por supuesto cuando las personas no sienten el deseo de gloriarse en Dios.
Épocas de bendición
El Salmo 149 es uno de los cinco salmos de «alabanza a Dios» que concluyen el himnario antiguo de los hebreos. Al igual que los otros cuatro, comienza con el precepto, «¡aleluya!» que nos lleva a exaltar la bondad de Dios.