Alabanza y Adoración

La alabanza es un aspecto profundamente significativo de nuestra relación personal, y perdemos mucho si la ignoramos . . . Alabamos a Dios al expresarle palabras de honor por su carácter, su nombre, su voluntad, su Palabra, su gloria.

Lento pero Seguro

Tendemos a pensar que, si Dios en realidad interviniera, Él Cambiaría las cosas en la próxima hora o algo así. Ciertamente antes de que se ponga el sol. Absolutamente antes de que se acabe la semana.

Visión, Vitalidad y Victoria

Los pensamientos positivos o negativos se fortalecen cuando se los abona con repetición constante. Eso tal vez explica por qué tantos que están lúgubres y taciturnos siguen en ese talante . . . y por qué los que son alegres y entusiastas continúan siéndolo.

Dé Todo lo que Tenga

Dele al Señor Dios todo lo que tiene y confíe en que Él le devolverá todo lo que usted necesita.

Corazones Sensibles

Su fracaso le ha dado un espíritu sensible, enseñable. Ha roto la barrera del orgullo en su vida. Es lo que Pablo llamó una «tristeza según Dios».

La Voluntad para Hacer la Voluntad de Dios

Meramente al repasar las primeras líneas del Padre Nuestro, ganamos un respeto renovado. . . un sentido saludable e integral de reverencia por nuestro Dios y Padre Todopoderoso.

Velas Izadas Hacía la Alegría

Sin que importe cuán severamente puedan soplar los vientos de la adversidad, despleguemos nuestras velas hacia la alegría.

Un Plan Perfecto

Por eso las palabras finales de Jesús desde la cruz antes de morir fueron «Consumado es». El plan divino de redención había quedado completo: el pago de Jesús por nuestro pecado.