Venimos, en realidad, como ovejas, delante de nuestro Señor, no para pedirle que cambie de bando, sino simplemente para que Él tenga el control.
Aliento y Consuelo
Su epitafio
Pero esta es la buena noticia para los creyentes: quienes conocemos al Señor Jesucristo llevamos dentro de nosotros un alma y un espíritu renovados, esa parte nuestra que Él invadió en el momento que nacimos de arriba, es decir cuando pusimos nuestra fe en el Señor Jesucristo y su obra por nosotros en la cruz. Él ha hecho su residencia allí y nos ha dado una nueva naturaleza.
Él se ocupará de eso
No hay ninguna situación imposible que Dios no pueda manejar. Él no la manejará necesariamente a nuestra manera, pero la manejará.
«Nuestro pronto auxilio»
Por primera vez en varios meses, David mira hacia arriba y dice: «Oh Señor, ayúdame». Y Él lo hace, como siempre. Él es «nuestro pronto auxilio» cuando se necesita.
Esperar con paciencia
Evite sacar conclusiones precipitadas y ver solo el lado suyo. Vea ambos lados. Considere las diferencias. Siempre hay dos lados en la calle del conflicto. Evalúe las diferencias. La otra parte de ser sabio es orar. Busque la perspectiva de Dios. Él nos dará la sabiduría que necesitamos si se la pedimos.
Decisiones cruciales
Muchas veces, cuando enfrentamos una crisis, la respuesta típica, usual, es meter la cabeza en un hueco, huir a un escondrijo y dejar que nos crezcan telarañas. Pero se puede hacer algo mejor. Mientras usted tenga sangre en sus venas, mientras usted pueda respirar, tiene un propósito para vivir. Tiene una razón para existir.
Sabia protección
Esa es otra indicación de la sabiduría de Abigaíl. Ve a su esposo tal como es. Conoce sus debilidades. Y en el momento de la mayor debilidad de él, Abigaíl no le riñó, sino que lo protegió. ¡Qué misericordiosa. . . y qué sabía fue esta esposa!
¿Venganza o perdón?
Si usted está resentido por la manera como alguien le ha tratado, si usted tiene algo en contra de esa persona, esperando poder vengarse, necesita poder pedirle a Dios que le libre de ese yugo.
Una conciencia limpia
Desearía poder prometerle que cuando usted hace lo correcto, su enemigo siempre verá su actitud equivocada con tanta rapidez como Saúl, cambiará, se arrepentirá y le verá de la manera correcta, pero no puedo hacer esa clase de promesa.
El arte de la persuasión
David persuadió a los hombres porque, básicamente, tenía absoluta confianza en Dios. Luchó con sus sentimientos de culpa, se jugó la vida por un principio justo, y se mantuvo firme con total confianza en que Dios arreglaría la situación, aun frente a toda la oposición.