Una canción de quietud

El Salmo 63 es una canción de David sobre lo que significa tener un anhelo desesperado por Dios y lo que significa que Dios sea el único que nos satisfaga.

Descanse en la fidelidad de Dios

David ha mencionado sus enemigos, ha reconocido sus pecados y ha cedido su derecho a hacer justicia por sí mismo, entregándolas en mano de Dios. Como resultado, David encuentra la paz.

La venganza le pertenece a Dios

David pudo haber escrito todo un libro de poemas lamentándose del ejército de enemigos que lo rodeaban. Tenía enemigos en la corte de Saúl. Tenía enemigos entre los sacerdotes. Tenía enemigos en los territorios vecinos. ¡Tenía enemigos por todos lados! Pero en el Salmo 54, David solo ocupa tres versículos para hablar de esas personas problemáticas.

Considere el origen

Imagine a David debajo de un arbusto o en una cueva derramando sus sentimientos en el Salmo 54 y pidiéndole al Señor que le ayude. Los primeros tres versículos son una oración y el énfasis es el enemigo. Luego el enfoque cambia y ahora se presenta al defensor divino del compositor en los siguientes dos versículos. Los dos últimos versículos son frases de alabanzas que David escribe al enfocarse en su propia historia con Dios.

Gente problemática

David se siente atacado y traicionado por la gente y eso lo lleva a escribir sus sentimientos (guiado por el Espíritu Santo). Esos sentimientos son los que podemos leer hoy a través de la canción del Salmo 54.

Consuelo en la fortaleza de Dios

El gran himno de Martín Lutero, «Castillo fuerte es nuestro Dios», nos indica que él con frecuencia usaba el Salmo 46 a manera de consuelo. Un extracto de su biografía nos puede ayudar a entender la razón.

Que la pugna cese

¿Vive usted en pánico? ¿Tiene usted una actitud fastidiosa? ¿Sus intentos de autoprotección le causan más daño que bien? ¿Sabe usted que Dios quiere que usted descanse? Hebreos 4: 9 nos promete: «Por tanto, queda todavía un reposo sabático para el pueblo de Dios».

Dios en medio de nosotros

La reacción del salmista acerca de los sentimientos de debilidad personal continúa en el Salmo 46 ahora con un nuevo escenario que le impulsa a tomar otra resolución.

Una reacción de temor

El salmista muy probablemente era un sacerdote. Un hombre letrado. Él conocía muy bien la historia de Israel y sabía que el pueblo no siempre había seguido un sendero llano. Enfrentaba continuamente peligros de ejércitos extranjeros, así como peligros internos. Consecuentemente, el salmista busca ayuda en su Dios Todopoderoso.

El fracaso humano

Somos un saco de huesos, llenos de debilidades, demasiadas para contarlas. ¿Cómo entonces podemos seguir adelante? Necesitamos una gran dosis del Salmo 46. Este salmo trae esperanza aquellos que están luchando con el afán de la debilidad personal.