Su mujer se ha convertido en la mujer que Dios está formando, y eso exige aceptación total y amor incondicional por parte de usted.
Aliento y Consuelo
La verdad dicha con amor
Nuestras esposas quieren, con frecuencia, decirnos cosas mucho más importantes que todo lo demás que escucharemos en el día, pero por alguna extraña razón nos hemos formado el hábito de cerrarnos a su consejo.
Esperar y observar
Nunca esperábamos que nos sucediera esto. Tu corazón y el mío están destrozados por la pérdida. Lo perdimos todo. Bueno, pero no todo. Todavía nos tenemos el uno al otro. Nuestro Dios tiene un plan que está en desarrollo, aunque no podamos entenderlo ahora. Por tanto, esperamos y observemos para verlo que Él va a hacer después.
Comprensión, por favor
Los hombres nos debilitamos cuando nos golpea la aflicción y ésta no nos deja. En nuestra debilitada condición perdemos nuestra objetividad y a veces nuestra estabilidad. Nuestro discernimiento también es afectado y nuestra determinación disminuye. Nos volvemos vulnerables, y la mayoría no sabemos cómo manejarnos en ese frágil estado mental.
Primer asalto
Job había sido un modelo de verdadera integridad. Había bendecido a su Padre celestial, lo había adorado y Satanás no podría soportar eso.
No aferrarse a nada
«Dios le ha dado un ensayo para la muerte. Todas las cosas, absolutamente todas, le pertenecen a Dios, para hacer dadas como un regalo, y para ser reclamadas sin que ello sea contrario a la justicia. Aquí no valen los «derechos» humanos. El Señor es el dueño soberano de todo, y Job se regocija con esa realidad».
Prestado
No tenemos nada cuando nacemos; y no tendremos nada cuando partamos. Por tanto, todo lo que tenemos entre estos dos momentos (venir al mundo y marcharnos de él) nos lo provee el dador de la vida.
Humilde sumisión
Cuando usted lea la Biblia, ponga siempre mucha atención a los verbos, porque ellos le conducirán a la acción de una narración, ayudándole a ser parte indirecta del acontecimiento.
Consecuencias necesarias
El silencio de la voz de Dios le hará preguntarse si Él está presente. Y la ausencia de Su presencia le hará preguntarse si le importa. Pero Él sí está presente y sí le importa.
Andar por fe, no por vista
Nadie conoce por anticipado el plan del Padre. Y es mejor que sea así. Puede ser una bendición preciosa; puede ser una prueba que nos ponga de rodillas. Nadie lo sabe por anticipado, pero Él no está obligado a prevenirnos ni a recordarnos lo que hay en el horizonte. Pero sí podemos estar seguros de esto: nuestro Dios sabe lo que es mejor para nosotros.