Pareciera que Jesús se daba cuenta del «miedo» innato que tenían de las cosas grandes. Los desafió: «No se inquieten. Con mi ayuda, podrán pescar a las personas tal como pescaron a estos peces».
Vida Cristiana
Verdades contradictorias, Segunda parte
Justo cuando creemos que tenemos toda la escena enfocada con precisión, una mano infinita agarra la cámara rápidamente, nos cambia el lente, apunta en otra dirección y nos hace tomar una fotografía completamente diferente. Con todo, para gran sorpresa nuestra, conseguimos la única cosa que hemos deseado toda nuestra vida, a través de un proceso que nunca hubiéramos escogido.
Verdades contradictorias, Primera parte
Los que desean ser los mejores líderes deben demostrar una servitud verdadera. A quienes, al final, se les entrega la supervisión de grandes regiones y extensas responsabilidades, primero han tenido que comprobar que son confiables en las cosas pequeñas.
Las riberas del lago Contentamiento, Segunda parte
¡Qué hermoso panorama dentro del alma es el Lago Contentamiento! Ininterrumpido por ruidos externos causados por martillos neumáticos de la exageración, los que disfrutan de este lago conocen lo que es el relajamiento. No saben nada de ningún invierno de descontentamiento.
Las riberas del Lago Contentamiento, Primera parte
Pero hay un mensaje subliminal que hace detonación en lo profundo de nuestras cabezas —de forma silenciosa si bien con fuerza. Como esquirlas, pensamientos son insertados en la mente, comunicando un mensaje que daña si no somos cuidadosos. ¿Y cuál es el mensaje?
Lectura, Segunda parte
El ser un lector le añade aceite a el rose conversacional. Además, para el cristiano le abre nuevas avenidas para el evangelismo. Ayuda con el acercamiento a los perdidos por medio de un terreno que les es familiar y que permite que se den cuenta de que convertirse en un cristiano no es como cometer suicidio intelectual.
Lectura, Primera parte
La lectura nos amplía. Ella satisface esas inquietudes que se hayan muy por dentro. Nos dirige por territorios desconocidos que normalmente no exploraríamos.
Recuéstese y mire hacia arriba
Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.
La lengua de los sabios, Segunda parte
Desafortunadamente, a menudo el predicador es el mayor ofensor, que parece disfrutar de desarrollar un púlpito que devasta en vez de dar ánimo, que fustiga en vez de edificar. Su arma homicida es ese instrumento contundente escondido detrás de sus dientes.
La lengua de los sabios, Primera parte
La prudencia es así. Es notable lo pacífico y agradable que nos puede hacer sentir. Su meta principal es evitar ofensas innecesarias. . . y eso en sí debería hacernos desearlo con intensidad. Su función básica es un sentido agudo de lo que hay que decir o hacer para poder mantener la verdad y las buenas relaciones. . . y eso en sí debería motivarnos a querer cultivarla.