Verdadera libertad

Saber cómo está nuestra relación con el Señor lleva a la libertad verdadera. Y al ser libre delante del Señor, usted se volverá más confiado, y eso es seguridad verdadera.

Principios contra preceptos

El concepto que algunos de nosotros tenemos de la vida es: «Bueno, uno gana, y uno pierde. Uno hace lo más que puede. Nadie es perfecto». Otros dicen: «Si Dios lo dice, quiero hacerlo». Estos son realmente de quienes se dice son «conforme al corazón de Dios».

A Dios le importa

Aquí vemos a David enojado contra el Señor cuando, en realidad, era el Señor quien estaba airado contra David. A esas alturas, usted pudiera estar pensando: Bueno, yo pensaba que había dicho que David era un hombre conforme al corazón de Dios. Lo dije, o más bien, lo dijo Dios. ¿Significa eso que él era perfecto? No, de ninguna manera.

De fugitivo a monarca

Por las muchas hazañas de David y el legado que dejó, es fácil olvidar que por doce o más años él vivió como un fugitivo, y que pasó muchas horas de desanimo y frustración en el desierto. Fue un hombre que fue quebrantado y que aprendió la humildad durante esos años como fugitivo. David aprendió mucho de esos años de aflicción, pero de poco provecho le habría servido revivir el dolor que esos años trajeron a su vida.

Señor, toma el control

Venimos, en realidad, como ovejas, delante de nuestro Señor, no para pedirle que cambie de bando, sino simplemente para que Él tenga el control.

Su epitafio

Pero esta es la buena noticia para los creyentes: quienes conocemos al Señor Jesucristo llevamos dentro de nosotros un alma y un espíritu renovados, esa parte nuestra que Él invadió en el momento que nacimos de arriba, es decir cuando pusimos nuestra fe en el Señor Jesucristo y su obra por nosotros en la cruz. Él ha hecho su residencia allí y nos ha dado una nueva naturaleza.

Él se ocupará de eso

No hay ninguna situación imposible que Dios no pueda manejar. Él no la manejará necesariamente a nuestra manera, pero la manejará.

¿Sigues a Cristo o esperas que Él te siga a ti?

Jesús, a través de esta instrucción directa, deja bien claro que el discipulado demanda un costo. Debe haber una cruz antes de la corona, un sufrimiento antes de la gloria, un sacrificio antes de la recompensa. Seguir a Jesús requiere una forma completamente diferente de pensar y de orientarse en la vida. Es dar antes de obtener… es perder antes de ganar… es rendirse antes de alcanzar la victoria. Nuestros planes cambian cuando uno decide seguir a Jesús porque Él ya ha marcado el rumbo que debemos seguir.

Es el momento de tomarse el tiempo

¿Cuándo fue la última vez que realmente pasó tiempo, tiempo de calidad, con su hijo? Dese el tiempo ahora mismo para hacerlo. Tómese el tiempo para reconstruir esa relación.

«Nuestro pronto auxilio»

Por primera vez en varios meses, David mira hacia arriba y dice: «Oh Señor, ayúdame». Y Él lo hace, como siempre. Él es «nuestro pronto auxilio» cuando se necesita.