No hay un cristiano que esté leyendo estas palabras que no haya pasado por ese sendero o haya tenido dificultad para convencer a los demás de que lo que está haciendo es correcto. Muchos cristianos han soportado las miradas de desaprobación y quizás hasta el consejo bien intencionado de aquellos que nos dicen que no es buena idea
Ánimo y Sanidad
Creciendo hacia la madurez
Madurar, sin embargo, es una jornada cuesta arriba. Tenemos que dar todo de nosotros. Para comenzar, no podemos permitir que nuestra actitud tome el control. Si lo hacemos, nos volveremos personas negativas y quejumbrosas.
Gratitud por la gracia
Existen algunas personas que hacen un gran esfuerzo para ocultar sus orígenes humildes. Con frecuencia pensamos que debemos enmascarar la verdad del pasado esperando que así las personas no piensen mal de nosotros, especialmente si el presente es mucho más respetable que el ayer. Pero la verdad es que cuando nos quitamos la máscara, generalmente la mayoría no se asusta; más bien se acercan más a nosotros.
Resistencia en las pruebas
¿Les estoy escribiendo a algunos peregrinos cansados? ¿Se ha vuelto el camino largo y la esperanza corta? Tome la determinación de terminar bien. Muchos comienzan la vida cristiana con gran emoción. Pero, ¿cuantas personas de setenta y cinco años o más conoce que terminaron su carrera con el mismo entusiasmo?
Venciendo el temor
El Salmo 23 de David le habla directamente al temeroso. Mediante trazos grandes de su pluma, el pastor convierte nuestros huesos en acero. David se enfrenta a temor con una sencilla declaración: «Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo». (Salmos 23:4)
Dudas Diarias
El hombre se encontraba angustiado. Profeta o no, él estaba batallando con la justicia de Dios. Muy dentro de sí dudaba de la presencia de Dios. «¿Dónde está? ¿Por qué el Señor se ha desvanecido en el momento en que más lo necesito?» Él no era el único que se sentía así. ¿Quién no ha tenido preguntas similares?
Valor para el desalentado
Hay una mosca en la sopa de la decepción. Nosotros la hemos puesto allí. De modo que no hay nadie más a quien culpar sino a nosotros mismos. Deténgase a pensarlo un momento. ¿Qué es lo que hace que nos decepcionemos? Que nosotros ya lo teníamos figurado en nuestras mentes y habíamos anticipado cierto resultado o una respuesta que nunca se materializó.
Viviendo la verdad
Una de las características más magnéticas de Cristo es Su consistencia. Cuando se le necesita, Él está allí. Y aun cuando usted piensa que no lo necesita, también está allí. Él nunca llega demasiado temprano o demasiado tarde. Nunca está de mal humor y tampoco le pedirá que le llame en horas de oficina. Él está disponible siempre porque es inmutable. Con Él no hay ayer ni mañana; no hay año nuevo o año viejo. Jesús es «el mismo» siempre (Hebreos 13:8).
La limpieza en la profundidad de la Palabra de Dios
Dios concede sabiduría solo a aquellos que esperan en silencio. . . y que respetan «las profundidades de Dios». Es algo que requiere tiempo. Algo que llama a la solitud.
Anticipando su regreso
Aquellas personas que son más prácticas que místicas, que son más realistas que idealistas, tienden a pensar en eso solo en los funerales o al escuchar de experiencias al borde de la muerte. La mayoría de nosotros nos preocupamos más por el presente que por el futuro.