Certeza de Salvación

En el futuro, cuando nuestro querido Señor venga, seremos irreprochables. . . impecables. . . intachables. Jesús no se enojará con nosotros por nuestros fracasos ni intentará avergonzarnos. Más bien, la gracia que experimentamos ahora la tendremos ese día en abundancia.

Salve la deidad encarnada

por Charles R. Swindoll7 de diciembre, 2020

Dios Hijo se rebajó a Sí mismo. Se encarnó en un bebé. Murió una muerte humillante. Como resultado, Dios el Padre «le exaltó a lo sumo». Un día, todos nos arrodillaremos en adoración al Señor resucitado, «para la gloria de Dios el Padre».

La fe revela a Dios

En esta fascinante historia de fe, sacrificio, confianza y obediencia, veo las características de un Dios que no pidió nada de Abraham que Él mismo no se demandara.

Dios Tenía un Plan (y Todavía lo Tiene)

por Charles R. Swindoll3 de noviembre, 2020

Por mucho tiempo no comprendía cómo funcionaba la industria automotriz. Yo pensaba que cuando una persona quería un automóvil, simplemente iba a su distribuidor local, pateaba un par de llantas y realizaba un pedido con un vendedor. Creía que cuando las oficinas centrales de la compañía recibían la orden, iban a la fábrica a buscar … Lea más

Resurrección

La señal de que todo había cambiado fue cuando Jesucristo, el Mesías, volvió a respirar el aire de la tierra. El prometido Salvador del mundo estuvo al otro lado de la tumba. Su sufrimiento y la muerte en la cruz absorbió la ira santa de Dios, que había sido derramada por completo sobre Jesús, y la deuda justa que el pecado había producido quedó satisfecha.

El día intermedio

Aunque ellos habían andado en las pisadas de Jesús por años, no habían oído Sus palabras. Incluso ante el hecho de estar en el aposento alto con Jesús y comer del cordero pascual no les había abierto los ojos. Se necesitó la cruz.

Misión cumplida

La oscuridad cubrió a Jerusalén durante las tres horas finales de la vida de Jesús. Los Evangelios no anotan absolutamente nada que se haya dicho durante ese tiempo; sino hasta el mismo fin. La oscuridad reflejaba la inimaginable agonía espiritual que Jesús atravesaba.

La Pascua Máxima

Imagínese las preguntas que se agolpaban en la mente de los discípulos: ¿En realidad va a morir? ¿Cuándo? ¿Qué nos va a suceder a nosotros? ¿Vamos nosotros también a morir? ¿Qué del reino que prometió? ¿No han servido de nada todos estos años?

¿Qué buscan?

Solo Jesús entendía los sucesos que tendrían lugar este fin de semana, esperados desde antes de la fundación del mundo, profetizados por videntes y profetas. A pesar de las miles de oportunidades para escapar de Jerusalén, Jesús afirmó Su corazón en lo que se lograría allí en los días venideros.

El sendero a la obediencia

Los discípulos no entendían nada de esto.
El plan simplemente no estaba desenvolviéndose como ellos habían esperado. Oyeron Sus palabras, conocían al Verbo, pero simplemente no podían unirlo todo. Sabían quién era Él. Su búsqueda había terminado. Habían hallado a Aquél. Pero ahora Sus palabras no tenían sentido.